lunes, 18 de mayo de 2015

Labio Leporino



Labio Leporino

Se denomina labio leporino, fisura labial al defecto congénito que consiste en una hendidura o separación en el labio superior. El labio leporino se origina por fusión incompleta de los procesos maxilar y nasomedial del embrión y es uno de los defectos de nacimiento más frecuentes (aproximadamente, constituye el 15% de las malformaciones congénitas). Se presenta, frecuentemente, acompañado de paladar hendido o fisura palatina.

 

Causas del labio leporino o la fisura palatina

 
La fusión del proceso nasal y del maxilar se produce tan pronto como en la 5ª semana de embarazo. El origen del labio fisurado se encuentra en una mezcla entre factores genéticos predisponentes y factores ambientales que lo desencadenan. Es más frecuente en varones, pero se transmite más a partir de madres con casos bilaterales.

 

En la última década se han identificado mutaciones en varios genes y se ha comprobado que no sólo mutaciones, sino interacciones complejas entre algunos genes, pueden llevar a la formación de la fisura labial. Parece que estos genes son susceptibles al tabaco y a la deficiencia de ácido fólico, pero aún hay mucho por conocer en este sentido

Diagnóstico


 
La fisura labial puede ser unilateral o bilateral. La gravedad es variable, y puede ser desde pequeños defectos casi imperceptibles por debajo de la piel, hasta defectos importantes que comienzan encima del labio, progresan hacia atrás, e incluyen también defectos en el paladar. Es lo que se llama labio leporino con paladar hendido, o fisura labio-alveolo-palatina (FLAP).

 

El diagnóstico prenatal de la fisura labial se lleva a cabo en el segundo trimestre de embarazo, a través de la ecografía de rutina. El diagnóstico del paladar hendido con la ecografía bidimensional estándar es más difícil, aunque hay algunas pistas como movimientos anormales de la lengua. Con la ecografía tridimensional es más fácil confirmar el diagnóstico.

 

El impacto emocional de la fisura labial y el paladar hendido ha hecho que haya sido considerado como un motivo para la interrupción del embarazo. Este asunto está sujeto a gran controversia pues, hoy por hoy, es una enfermedad grave pero no supone una amenaza para la vida del feto, del bebé o de la madre.

 

Los niños con fisura labial suelen necesitar varias cirugías durante sus primeros años por parte de cirujanos maxilo-faciales o plásticos, otorrinolaringólogos y dentistas. La primera cirugía de cierre se suele hacer en el segundo trimestre de la vida del bebé. Se pueden aprovechar las primeras cirugías para colocar tubos de drenaje timpánicos que ayudan a evitar las otitis.

 

Prevención

 

El conocimiento de las bases genéticas puede llevar a prevenir el labio leporino o la fisura labial a través del consejo genético. Las investigaciones sugieren que tomar suplementos de vitaminas con ácido fólico antes del embarazo y durante el embarazo previene el labio leporino, igual que  previene los defectos de cierre del tubo neural. La prevención tiene especial importancia en familias que ya tienen algún caso, sobre todo si alguno de los padres tuvo fisura palatina. En estas familias, los suplementos de ácido fólico podrían disminuir los casos hasta menos de la mitad.